Baños dignos de descubrir. O no

«Baños de bares, restaurantes, hoteles…que uno querría conocer. O no» 

Estos días que hemos salido un poquito por allí, un poquito por allá, siempre necesitamos un baño. ¿Nunca os ha pasado disfrutar de una cena estupenda, en un restaurante exquisito, ir al baño y caeros de espalda? La magia del momento se va al traste al descubrir que el baño en el que pretendemos seguir actuando con la misma elegancia y delicadeza de la velada, nos obliga a adoptar posturas y gestos que afean nuestro cuerpo y nuestra cara. Se acabó la magia. Este es la primera de distintas crónicas que iré haciendo sobre nuestra experiencia en baños de distintos lugares públicos.

¿De qué se tratan estas crónicas? Muy sencillo. Vamos a compartir experiencias y lugares (baños, ¡qué duda cabe!), que hemos conocido y que, por una o por otra razón, para mal o para bien, nos han sorprendido. Y es que, en esto de los baños de restaurantes, bares, hoteles, o espacios públicos las sorpresas a veces, son mayúsculas. Será deformación profesional pero, es tener ganas de hacer pis, y, desde el momento en que los pasos se dirigen hacia el baño público, la cabeza ya está pensado: está muy escondida, demasiado cerca de las personas, el acceso a ambos géneros apenas deja sitio de paso entre uno y otro…

Y es que, ¿Qué valoráis en un baño público?¿Es importante que compartan una zona común entre el aseo de hombres o mujeres?¿Suele ser habitual encontrar detalles que los hagan más atractivos, más personales?¿puede llegar a ser un baño público personal?¿Y cuando se tratan de múltiples baños colectivos?¿Y el aroma o los olores?

Como decía al comienzo, nuestras expectativas respecto aun baño público varían mucho en función del espacio en el que nos encontremos pero, en cualquiera de las circunstancias que sean, siempre esperamos encontrarnos con un espacio práctico y limpio que invite a ser utilizado y no, que nos demos la vuelta sin haber solucionado nuestras necesidades (nunca mejor dicho).

Hoy, para empezar, os mostramos un ejemplo curiosos de 1 restaurante en San Sebastián (Gipukzoa)

RESTAURANTE LAPIKO EN SAN SEBASTIAN

En estos baños, la entrada ya es una invitación a descubrirlos. Una puerta en cristal naranja transparente da pie a un amplio espacio compartido  para hombres y mujeres en el que un espejo frontal de amplio tamaño permite ser utilizado por varias personas al igual que el lavabo faldón en Mineralmarmo® (ver lavabos Mineralmarmo) sobre una encimera de madera que no deja indiferente por el contraste de materiales. Se agradecen pequeños detalles como los jaboneros al lado de cada grifo de un diseño muy conjuntado con la madera y la cesta con servilletas para secarse las manos que, aunque sean de papel, la forma de ofrecerlas resulta elegante. Desde nuestro punto de vista, ese frontal habría mejorado notablemente si el espejo se hubiese fabricado a medida ocupando todo el ancho de la pared.

Las puertas de cada baño se identifican con un curioso vinilo que además se nombra en inglés, evitando así las constantes dificultades de poner el texto en 3 idiomas o más. Ya en el interior del baño de mujeres, vuelve a ser de agradecer el amplio espacio destinado además de las formas de caídas del techo que le otorga un aire más confortable y personal. El interior es sencillo, consta de un inodoro y un pequeño lavabo que permite no tener que acudir obligatoriamente al lavabo compartido exterior.

Queremos, sin embargo, llamar la atención por lo que consideramos el «ERROR» de estos baños. En una estética elegante y minimalista, no ha lugar «estropearlo» con tanta facilidad al colocar objetos como el dispensador de jabón o de servilletas (por favor, fabricantes de estos objetos, mejoren sus apuestas) , la papelera de plástico donde echar los papeles usados y, sobre todo, el horrendo papel (muy habitual por otra parte) impreso en casa solicitando que no se tiren objetos por el inodoro.

Lo comprendo, qué duda cabe, que hay que ponerlo aunque sea un obviedad pero, ¿no se puede buscar una manera menos oficinista de presentarlo? Sobre todo cuando la estético de nuestro local es tan exquisita y amable. No hubiese pasado nada si, contando con tanto espacio, creamos un módulo abierto, muy propio de los baños contract para colocar unas cestas con servilletas, otro tipo de jaboneras, etc.

¿Qué os parece? Este es uno de los baños que, sin duda, aprueba nuestro filtro pero, habría otros, que sorprenderán, seguro.

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